Llevo más de 50 años fabricando bolsos de cuero a mano. Sigo usando las mismas herramientas que me dio mi padre y sigo trabajando a paso lento: cortando, cosiendo y terminando cada pieza con esmero. Nunca seguí las modas. Solo quería crear algo auténtico y duradero.

Cada bolso está elaborado con cuero flor que se suaviza con el tiempo y lleva la huella de tu vida. La forma, la textura, el uso: todo forma parte de tu historia. Los diseño para que sean sencillos, resistentes y discretos. Bolsos en los que puedes confiar. Bolsos que se sienten tuyos desde el primer momento.

Gracias por apoyar mi oficio. Cada vez que alguien lleva uno de mis bolsos, siento que una pequeña parte de este antiguo taller continúa en el mundo.